domingo, 29 de diciembre de 2013

"Don Juan Tenorio" y el Romanticismo



Don Juan Tenorio y el Romanticismo.

            El Romanticismo fue un movimiento artístico y cultural que surgió a modo de ruptura con el neoclasicismo. Este movimiento trajo consigo una serie de cambios que  afectaron a los diferentes ámbitos de la sociedad.

            En el ámbito literario, es bien sabido que las figuras más destacadas han sido Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro. Todos hemos leído las Rimas y leyendas de Bécquer o las Follas Novas de Rosalía de Castro. Sin embargo, ambos autores pertenecen más bien a un posromanticismo. Son de una época tardía, ya entrada en el Realismo español pero que conservan ese espíritu romántico que ya se estaba olvidando en la segunda mitad del siglo XIX.

            Dentro de la primera mitad del siglo, se destacan otra serie de figuras literarias que cultivaron principalmente tres géneros. En poesía tenemos a José de Espronceda, en prosa a Mariano José de Larra, y en teatro a José Zorrilla. De estos tres autores, vamos a destacar a Zorrilla y su obra Don Juan Tenorio, su obra más famosa y que hoy en día se sigue representando como tradición cada 1 de noviembre. Esto se debe a que es una obra que, junto al Estudiante de Salamanca de Espronceda, representa el romanticismo literario español. 

            Podemos ver en la obra de Zorrilla características fundamentales de dicho movimiento como lo es el amor. Es decir, la exageración del sentimiento amoroso que se convierte en el elemento más importante de la vida de los personajes,  como es el caso de doña Inés, que muere de pena por no poder amar a don Juan y después lo rescata de las almas que él mismo envió al mundo de los espíritus. 

            El esoterismo también es una característica importante tanto en la obra como en el movimiento literario en sí. En la trama final de la obra, en la segunda parte, vemos cómo este elemento comienza a hacer aparición con la desaparición de la estatua de doña Inés o la aparición de la estatua espiritual de don Gonzalo. La huida de la realidad, del elemento realista, daba juego para crear una atmósfera lúgubre donde ambientar insólitas historias de amor. 

            Otro tema fundamental romántico que vemos representado en la obra es el afán por ser rebelde. Don Juan no acepta las órdenes ni las prohibiciones de los demás. Como claro ejemplo tenemos la prohibición de don Gonzalo de que se case con su hija doña Inés; prohibición que don Juan no acepta y lucha por conseguirla a costa de batirse en duelo con don Gonzalo después de planear el rapto de su hija.

            Con todo, Don Juan Tenorio es una de las obras románticas más destacables de dicha época que todavía a día de hoy recordamos cada año asistiendo a representaciones el día de los difuntos.


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